5 de junio de 2010

¿SIN CONTESTACIÓN?

LeBron James es un jugador que tiene una calidad equiparable a los mas grandes, su físico es el mejor para jugar al baloncesto y por sus venas corre una energía inagotable. Tiene una velocidad y una explosividad sobrehumana, un salto digno de Jordan y un repertorio de mates solo al alcance de muy pocos.

¿El mejor de la historia? Realmente sus estadísticas lo muestran como tal (ha roto casi todos los récords de precocidad), sus pasos se encaminan hacia el Salón de la Fama y dos trofeos Maurice Podoloff (MVP's) le contemplan. ¿Que es lo que, sin embargo, nos lleva a pensar (a algunos) al hecho de que 'The Choosen' no merezca dicho galardón?

En primer lugar la antipatía (ganada con creces) que despierta al espectador. LeBron puede caer simpático a sus compañeros o aficionados de Ohio (no los culpo, si LeBron estuviera en los Celtics no me haría tanta rabia) pero al resto de seguidores de este deporte no.

Su “no-paso” por la universidad también le ha costado algunas críticas. Quizás la mas significativa fue la del gran Abdul-Jabbar que mostró su disconformidad por el precoz salto de James a la NBA: “Seguiría manteniendo sus cualidades innatas, pero su juego estaría mejor pulido”.

En segundo lugar, James está obsesionado con acaparar atención y nunca deja pasar una oportunidad para que los focos le señalen, aunque ello conlleve a hacer alguna pallasasda. Las cámaras nunca dejan de seguirlo. Se podría decir que la atracción y admiración entre las cámaras y LeBron es mutua. Esta es quizás la mayor diferencia entre LeBron y jugadores como Jordan, Kobe o Magic, que se desprendían de la atención de los medios con una “miradita” amenazante (aunque quizá con Magic bastara una sonrisa).

Sin embargo, la imagen de LeBron vende y eso la sabe bien David Stern, que lo trata como a un hijo. LeBron genera mucho dinero y por eso tantos equipos están dispuestos a pagarle una fortuna para se vaya a jugar a su franquicia, como es el caso de NY o Chicago. Quizá el mejor ejemplo de ello sea el hecho de que (según John Skorburg, economista de la Universidad de Illinois) el fichaje de LeBron por los Chicago Bulls causaría un impacto económico de nada menos que 2.700 millones de dólares (unos 2.200 millones de euros), solo comparable con el 'efecto Jordan' que supuso que el Chicago Stadium y el United Center estuvieran 13 temporadas completas colgando el cartel de 'no hay billetes'.

Aparte del aspecto puramente extradeportivo, hay que marcar su poco (aunque puede llegar a lanzar bastante bien en algunos partidos) tiro exterior y/o falta de lanzamiento desde los 5 metros. La mayor parte de anotación las consigue con penetraciones a canasta (ayudado siempre por su imponente físico) que puede finalizar con una simple bandeja o con un mate. Con las entradas a canasta consigue limpiar su % en tiros de campo (no suele fallar entradas) y añadir un par de puntos a su historial de carrera.

Son muchos sus críticos, y muchos los que le atribuyen sus méritos deportivos a su físico. Pero, sin embargo, hay que reconocer que lo de LeBron no es todo cuerpo, porque su calidad está claramente por encima de la media y de los demás jugadores.


Opiniones subjetivas aparte, LeBron James es un jugador enorme (en el sentido figurado) y hoy por hoy el dominador de la Liga, pero su condición de mejor jugador de la historia es demasiado discutible para tomar una decisión respecto a eso. Ademas LeBron James aún tiene que demostrar muchas cosas (no tiene ningún anillo en su haber) y es demasiado pronto para debatir aún. Cuando se retire se podrá hacer balance.



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